miércoles, 23 de mayo de 2018

Venus y los campesinos del norte de Italia


Entre los planetas del sistema solar que podemos observar a simple vista, el más importante para los campesinos del norte de Italia fue Venus, la famosa Štéra di Paštuù o Stélo dei Pastour (“estrella de la mañana” o "estrella de los pastores").
Venus, al ser un planeta que se encuentra entre la órbita de la Tierra y el Sol (planeta interior), siempre es observado en el cielo en las inmediaciones del Sol. Así, en algunos meses (263 días aproximadamente) podemos observalo unas horas antes del amanecer, y en otro período (aproximadamente durante 263 días) podemos volver a verlo por unas horas desde la puesta del Sol en la región occidental del cielo.
Dado que para los mencionados campesinos, sólo el ciclo matutino de Venus es culturalmente importante, el observar su ascenso en el cielo, es asociado con la pronta salida del sol, y en el área de Liguria también se lo conocía, con cierto humor, como Štéra da Panìssa (estrella de farinata - un panqueque de garbanzo). Antiguamente, la aparición de Venus en el cielo antes del amanecer, era entendida como una señal para los pastores italianos, avisando así cuándo levantarse por la mañana para llegar al rebaño y cocinar panissa para el desayuno.


Fuente: “Lost Skies of Italian Folk Astronomy”, de Piero Barale, en “Handbook of Archaeoastronomy and Ethnoastronomy”



El antiguo reloj de Sile


En el año 1914 un arqueólogo francés se encontraba en Egipto realizando excavaciones en Sile, una de las fortificaciones que estaban unidas por el “Camino de Horus”, una antigua ruta militar que se extendía desde el delta del Nilo hacia la actual franja de Gaza.

Entre las piezas que se desenterraron, le llamó la atención en particular una de unos 10 cm de largo, de piedra y con inscripciones, líneas y puntos grabados en su superficie.

No pudo saber la naturaleza del artefacto pero lo describió con gran detalle, con dibujos precisos que ilustraban sus dimensiones y forma, lo que permitió al año siguiente a dos autores por separado percatarse de que el pequeño objeto era un reloj de Sol portátil que dataría de alrededor del 320 a.C.

Efectivamente, estaban ante la presencia de un dispositivo transportable que brindaba la hora sin necesidad de tener que ubicar los puntos cardinales para orientarlo, sino que simplemente se apuntaba al sol manteniéndolo horizontal para obtener el dato deseado.

Este antiguo reloj llevaba las inscripciones de los meses del año egipcio pero escritos en caracteres griegos. Esto muestra que este reloj era usado al menos por griegos que moraban en Egipto, lo cual no discrepa en absoluto con la fecha en la que fue datado ya que para esa época Egipto estaba bajo la influencia de Alejandro Magno.

Otra característica de este reloj es que nos muestra que para las sociedades que lo utilizaron, el día estaba dividido en 12 horas. Con “día” nos referimos, en este caso, al período de luz, esto significa que las horas estivales eran más largas que las invernales a diferencia de nuestras horas actuales que tienen todas la misma duración, por lo que el día en verano comprende más horas que el día en invierno.

Tenemos de este modo un testimonio del conocimiento astronómico de la época; horas, como ya dijimos, cuya duración variaba según la época del año, el que a su vez se dividía en doce meses.



Fuente: “Un reloj solar en el camino de Horus” por Constantino Baikouzis http://www.infobservador.com/2014/11/un-reloj-solar-en-el-camino-de-horus/


De cometas y antiguos “astronomos” chinos

Los antiguos “astronomos” chinos fueron los primeros observadores del cielo en registrar cometas. El primer registro fiable data del 613 aC, el cual se cree que es el registro más antiguo del cometa de Halley. Los antiguos chinos fueron cuidadosos observadores de los cometas; los describieron con tanto detalle que las descripciones contribuyen con las observaciones científicas modernas. En este sentido, los antiguos observadores chinos también apreciaron que las colas de los cometas siempre apuntan en sentido contrario a la posición del sol. Como se demostró en los libros de seda encontrados en antiguas tumbas chinas, los astrónomos de la dinastía Han (desde el 206 a. C. hasta el 220 d. C.), distinguieron diferentes tipos de cometas según sus colas; todos tenían nombres específicos e implicaciones astrológicas particulares.


Fuente: “Observation of Celestial Phenomena in Ancient China” de Xiaochun Sun, en “Handbook of Archaeoastronomy and Ethnoastronomy”.



Un libro de seda descubierto en una tumba del siglo II a. C. representaba todo tipo de cometas con meticuloso detalle

De meteoro a meteorito


Los astrónomos académicos llaman meteoro al fenómeno celeste popularmente conocido como “estrella fugaz”. Este fenómeno que observamos como una estela brillante que transita el cielo por pocos segundos, es entendido desde la ciencia como materia incandescente que deja detrás de sí un meteoroide o fragmento de roca del sistema solar al atravesar nuestra atmósfera. Los meteoroides que logran atravesar la atmósfera y llegar a la superficie de la tierra, pasan a denominarse meteoritos.
Un caso particular vinculado a estos fenómenos astronómicos tuvo lugar una tarde tormentosa del verano de 1950, cuando el señor Genaro Doldán recorría las afueras de la localidad santafesina de Arroyo Aguiar, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Se trata de uno de los pocos casos conocidos en Argentina en el que una persona pudo observar un meteorito a campo descubierto, en pleno día, vislumbrando la estela producida en el cielo y el deslumbrante destello emergente. Pero además de eso, don Genaro Doldán observó cómo esa “estrella fugaz” se acercaba al suelo y vió caer un objeto en un lugar cercano. Seguido, se acercó al sitio caminando algo más de cien metros y, luego de esperar a que se enfriara, procedió a recoger el llamativo objeto localizado en un pequeño cráter. Pudo llegar fácilmente hasta él, ya que se había percatado de que algo comezó a quemar los pastos circundantes al lugar.


Fuentes: https://historiadelaastronomia.files.wordpress.com/2018/04/meteoritoaguiar2.pdf, http://www.sv-meteorites.com/meteorite.aspx?MetName=Arroyo%20Aguiar

Cielo e identidad en las colonias del norte santafesino


Como otros saberes, el conocimiento astronómico (en el más amplio sentido del término) se elabora socialmente. Los grupos humanos construyen, transmiten o adquieren esquemas de representación, clasificación y praxis a partir de la socialización; y es por eso que se vuelve crucial comprender las relaciones entre los diferentes agentes o grupos sociales que intervienen en un proceso de socialización, pero antes es importante identificar estos grupos sociales, sus límites o cómo construyen su identidad social.
Por eso, identificar categorías identitarias implicaría entonces el estudio de las manifestaciones concretas de una identidad que en general se hacen evidentes, por ejemplo, a través de las relaciones interétnicas dadas en los procesos migratorios. En estos procesos los grupos migrantes se ven obligados a definir quienes son ellos y quienes son los otros; y son las relaciones de contacto, las relaciones interétnicas y las fronteras de estos grupos las que obligan a pensar en la identidad. En este contexto, las identidades sociales se manipulan instrumentalmente y para definirse recurren a distintos elementos culturales, como podemos ver en el caso de las colonias agrícolas del norte de Santa Fe, donde el conocimiento astronómico resulta un diacrítico o elemento cultural para construir identidad.
Entre las prácticas astronómicas consideradas en las colonías del norte santafesino como Moisés Ville, se pueden encontrar varias que vinculan la observación de los ciclos lunares con la realización de ciertas tareas agrícolas. Pero resulta interesante que muchos de los colonos judíos ven como exclusivo tanto de piamonteses como de criollos y sus descendientes, el uso de la luna como marcador temporal para la realización de tareas agrícolas.
Por lo tanto en este caso vemos cómo prácticas astronómicas resultan elementos que hacen a la identidad social de los grupos en cuestión. Los usos de la luna, en este caso, representan un sistema de valores o conjunto de representaciones culturales con los cuales un grupo se clasifica a si mismo (identifica) y adscribe a los otros.



Fuente: “Ethnoastronomy in the Multicultural Context of the Agricultural Colonies in Northern Santa Fe Province, Argentina”, de Armando Mudrik.

lunes, 9 de diciembre de 2013

La "manda fuego"

Desde abril de 2012 conozco a don Livio Simonella, viejo poblador de la colonia Santurce a pocos kilometros al norte de San Cristóbal en la provincia de Santa Fe. Cuando lo visité en su modesta casa en la zona rural de Santurce, entre muchas de las cosas que me comentó me llamó la atención particularmente una anécdota relacionada a un sitio próximo a Santurce y Huanqueros, el cual se lo conoce en la zona con el nombre de "la manda fuego". Según Livio la denominación de ese sitio estaba ligada a la "época" de los fortines, cuando las fuerzas militares de frontera masacraban a los aborigenes del área de cobertura de determinado fortín. La primera vez que hablamos sobre el tema no me precisó bien la localización de este sitio motivo por el cual seguí indagando.



A mitad de 2013, Livio encuentra en la capilla de Santurce una serie de revistas o "periódicos" editados en Huanqueros por el Instituto Social "San Francisco de Asís" durante la década del 80, con el nombre de "Voz de La Verde". Algunas de esas revistas, Livio se las entregó a mi madre para que me las enviara. El director editorial de esta publicación era el padre Humberto Thelen, personaje interesante de la historia de los últimos 50 años de la región. Yo también tenía interes por este cura, cosa que sabía don Livio y es por eso que al encontrar las mencionadas revistas decide obsequiarmelas.

La cuestión es que relacionado a la historia del sitio "la manda fuego"  encontramos en el ejemplar n°6 del año 1981 de "Voz de La Verde" (Boletín informativo del Instituto Social "San Francisco de Asís"-Huanqueros, Santa Fe), dentro de la nota titulada "Recopilación cronológica de Huanqueros" y de la parte con subtitulo "Primeros pobladores"( la cual habla de la época de los fortines en la zona), la siguiente referencia:

"Como anécdota relacionada a esta cronología, recuérdase una que sirvió para denominar un paraje, aún conocido con ese nombre. Luis Giménez, criollo codobés, muy bravo, era puestero en tiempos del administrador Yate, en cierta oportunidad los indios le robaron una tropilla de caballos oscuros, dejandole apenas el que montaba, en el que llegó hasta el Fortín "La Verde" en busca de socorro (alrededor de 2.500 metros de distancia del puesto); al ser interrogado respecto a la forma en que se había defendido, contestó "Y... les mandé fuego", desde entonces se le conoció con el nombre de Don Luis Mandafuego, y por consiguiente al lugar donde se hallaba ubicado el puesto."

Lo interesante de  la nota es que arriba menciona cuales eran esos indios de la zona:

"...indios de la raza Guaraní, de las tribus de los Guaycurúes y Matacos, entre los cuales predominaban "Los Abipones", todos estos indios fueron los que los antiguos escritores llamaron "Juríes"."

El artículo tiene más precisiones acerca del lugar en donde estaban ubicadas las "tolderías" de estos indios:

"Las primeras tolderías estaban ubicadas en Vizcacheras, y su desalojo definitivo tuvo lugar durante el gobierno de Don Simón de Iriondo. También hubo tolderías en la zona del monte "El algarrobal", en dirección de Las Avispas, donde actualmente están las Estancias "La erstfalia", San José", y "El Simbol".

Pero lo más interesante es el detalle del testigo que narra alguno de los hechos de la época de la línea de fortines en esa región:

"Un descendiente del Regimiento VI de Caballería, que se llamaba Antonino Romero y sirvió durante 26 años en las filas del Ejército, se refierió a un combate muy encarnizado, librado entre un Destacamento de dicho Regimiento y un grupo de Abipones, en el que perdieron la vida muchos de estos últimos, alrededor del año 1880. Recuérdanse como figura popular, al Lenguaráz Pedro José, que en aquella época era ya de mucha edad, indio nativo de gran coraje."

Ahora, lo más curioso de todo esto es que según la academia los abipones, para esa fecha, supuestamente ya habían desaparecido como grupo étnico.






domingo, 6 de octubre de 2013

Dekalog 10

Obra maestra de este director polaco. Filmada próxima a la caída del muro y de la cortina de hierro, muestra la transición de Polonia de un sistema a otro pero a través de un momento muy particular vivido por dos hermanos.  Espero la disfruten.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Un eucalipto en la luna, el documental

Les presento el video documental realizado por la Universidad Nacional de Córdoba que muestra parte del trabajo etnoastronómico que realizamos en el norte santafesino. Digo parte del trabajo, ya que no todos los informantes aparecen en el mismo y no todos los temas abordados en nuestra investigación, son mencionados. A pesar de haber sido filmado en menos de dos días, y sin pre-producción, se logró plasmar la idea principal de los realizadores que era la de mostrar esta novedad de un astrónomo o astrónomos realizando trabajo de campo etnográfico. También creo que cualquiera notará el tema del tiempo, de la concepción del tiempo para los entrevistados, los ritmos de vida, el tiempo en sus relatos. Quizás para muchos resulta insoportable ese tiempo que pasa hasta que los entrevistados me abren la puerta de su casa, pero era necesario mostrarlo. ¡Imagínense cuanto material filmado quedó afuera de este video! Y aprovecho esta mención para comentar el desafío que implicó filmar este corto documental, no solo para mí si no para los realizadores. Primero, que es el trabajo de campo etnográfico, en resumidas cuentas son entrevistas con personas que integran la sociedad que se pretende estudiar. Y segundo, para llegar a los temas que se quieren abordar en las entrevistas con los informantes, el investigador debe contextualizar ese tema mediante información brindada por todo lo demás que el informador le precise. Por lo tanto otra vez menciono que el tiempo transcurre de otra manera, es otro. Por eso los realizadores del documental se toparon con ese problema a la hora de las filmaciones. Los entrevistados manejaban otro tiempo y la información que los realizadores querían plasmar a veces no aparecía, simplemente porque no era el momento de llegar ni las condiciones, por eso también este documental retrata parte del trabajo etnoastronómico que realizamos desde hace bastante tiempo en la zona de San Cristóbal y Moisés Ville. Aprovecho para agradecer infinitamente a todas las personas que aparecen en el documental, quienes desinteresadamente han participado, y a la vez también agradezco a mi familia quien en parte ha ayudado a producir este material.

viernes, 17 de febrero de 2012

Los primeros años de San Carlos en el diario del colonizador Enrique Vollenweider.



Hace poco encontré un libro de Gastón Gori, que analiza y traduce el diaro del empresario colonizador suizo Enrique Vollenweider. Estando Vollenweider en Lausana, estudiando francés, conoce la empresa de colonización Suiza en Santa Fe creada y dirigida por Carlos Beck Bernard, la cual más tarde sería Beck-Herzog, y fundaría la colonia San Carlos. De este modo en 1858, decide hacerse cargo de la administración de la colonia agrícola San Carlos, siendo esta aun no fundada o recién proyectada por la empresa de Carlos Beck.
Enrique Vollenweider llega al país en 1858 y se ausenta en 1876. El diaro que rescata Gori, es el diario de las tareas y otros acontecimientos de los primeros años de la colonia San Carlos, escritas en alemán, que comprenden el período desde el primero de febrero de 1860 hasta el 31 de junio de 1864. Este diario no abarca el primer año de la colonia, ya que San Carlos fué fundada en noviembre de 1858 y comenzó a poblarse con familias inmigrantes, recien en los primeros meses de 1859. Falta ese primer libro.
Estos apuntes fueron realizados para luego realizar los informes a la dirección de la empresa en Basilea, Suiza.
Principalmente en él estan registradas las actividades realizadas en las conseciondes de la empresa dentro de la colonia y no hace mensión a las actividades de los colonos en sus terrenos, ya que como se sabe, la empresa poseia tierras dentro de la colonia, que explotaba y a la vez la colonia poseia consesiones otorgadas a familias inmigrantes, o sea a los colonos.



El diario de Vollenweider.

Entre las cosas más curiosas que podemos citar del diario está la llegada de las familias colonizadas, en donde consta que eran buscadas en "el Paso" o lo que hoy es Santo Tomé, y que primero se mandaban los carros para buscar a las familias y al otro día se buscaba su equipaje.
Las familias que llegaban eran de dos grupos religiosos que luego entrarian en conflicto y que generarian las divisiones en la colonia, los protestantes y los católicos.
Con respecto a esto, Vollenweider cita que a mediados de 1860 algunas familias católicas lideradas por el doctor Grafen se oponen a la escuela mixta (Católicos y protestantes), cosa que ya habia sido decretado por el gobierno de Santa Fe.
Otra cosa que llama la atención es que casi diariamente se manda un carro para traer viveres de Maciel. Estos viveres eran entregados a las familias recien llegadas y otra parte se vendia en el almacen de la administración. Con respecto a esto, en el diario consta que familias como los Wyss protestan por el estado y escasez de los viveres.
Las visitas que llegaban a la colonia están registradas en el diario de Vollenweider, entre ellas están: una vez por semana el director de la empresa Carlos Beck, que vivió cerca de 5 años en Santa Fe; comerciantes ingleses de varios productos, el gobernador de Santa Fe (Cullen) y sus ministros, un embajador norteamericano con ministros de la Confederación, entre otros.
Algunos pormenores graciosos como los son los referentes al comportamiento del primer herrero de la colonia, el señor Scholl, quien debido a sus frecuentes borracheras es despedido en pocos meses. Referido a esto, Vollenweider anota: " El herrero Scholl se emborrachó por tercera vez y hablaba un lenguaje poco soportable."
También el señor Grafen, medico de la colonia, es protagonista de uno de estos pormenores. El colonizador comenta en su diario el episodio en el que se han podido "dar cuenta de una triste realidad". Los medicamentos otorgados por la empresa al médico son almacenados por el doctor y los remedios preparados por él son solo purgas de "aceite y sal de nitra", "los medicamentos que se le confiaban ni se sacaban de los cajones, ni fueron controlados", aclara Vollenweider y continua: " Dos tercios de los medicamentos no fueron desencajonados,..., el aceite castor (ricino) lo tenía en un gran frasco que empleaba para su expendio. Ignorando la existencia de 10 botellas en un cajón, habia encargado otras 12 botellas de este aceite milagroso que llegó en perfectas condiciones a la colonia San Carlos. Así que somos poseedores de aceite castor en cantidad suficiente como para poder suministrarla a toda la República Argentina...Cintas emplásticas que se necesitaron para heridas y que no se obtuvieron, se encuentran ante nuestros ojos y a pesar de esto solicitó treinta metros de las mismas, probablemente tenía la intención de vendar a toda la colonia."

También existen notas sobre el clima y tiempo. En Abril de 1861 una gran inundación abnega el camino de la colonia a Santa Fe, y Vollenweider comenta que los jinetes que van a caballo por el camino, tienen que hacerlo en algunos tramos de "rodillas sobre la montura". El 17 de Mayo de 1861, registra una temperatura de -5ºC y comenta : "está el agua muy congelada".
Además, en algunos dias de lluvia vemos que los empleados (peones) de la administración se encargaban de "limpiar armas".

Con respecto a las actividades culturales de los colonos, está registrado en el diario, los dias en que se formó la sociedad de tiro, compuesta por colonos y la sociedad de canto masculina, quienes practicaban los domingos después del culto religioso.

Ahora, ¿Como eran las relaciones entre la administración y los colonos? La respuesta es en algunos casos : conflictiva, como lo detalla el mismo Vollenweider en su diario.
Consta que algunas familias recién llegadas se negaban a firmar el contrato dado a las condiciones de entrega de la tierra. El contrato establecia que la familia "colonizada" en su terreno, se hacia dueño del mismo a los 5 años de permanencia en el mismo y de la entrega del tercio de todas sus cosechas, durante esos primeros 5 años. Esto traía consigo que en casos de perdida de cosechas por causas como langostas, heladas o granizo, la familia automaticamente debia ese tercio que no pudo entregar, además de que si fué mala la cosecha gran parte de la misma iba a parar a manos de la administración dejando más endeudado al colono.
Es por eso que en el diario se puede leer varias veces como algunas familias abandonan la colonia, como es el caso de los Grosweiler en Agosto de 1860, a un año de fundada la colonia. ¿A donde iban estas familias sin nada? No se aclara en el diario. Ya no era problema de la empresa, al parecer.
Por estas clausulas mencionadas en el contrato, se generaron muchos incidentes. Entre ellos los que figuran en el diario de Vollenweider como el caso del colono Kappeler, quien cosechó batatas sin dar aviso (para no entregar el tercio correspondiente al total cosechado). Ante esto, la administración inicia juicio por medio del juez de la colonia y Kappeler es detenido en Santa Fe por varios meses.
Tambien figura en el diario, que el 9 de Febrero de 1862, se lleva a cabo una asamblea de colonos en el lugar de culto religioso en donde se forma un consejo de 7 representantes para tratar el tema de las abusibas clausulas del contrato de colonización. La justicia y la administración de la colonia reclaman y elevan al gobierno provincial un comunicado sobre "el proceder incorrecto y revolucionario de los colonos".
El 11 de Febrero, el consejo de colonos viaja a Santa Fe para sostener sus proposiciones ante el gobierno. Cinco de esos colonos son arrestados. El 14 de Febrero regresan a la colonia los detenidos, "gran rabia de los mismos, insultos y amenazas contra la administración y justicia" de la colonia.
Estos episodios nos dejan claro la tensión existente entre los colonos y la administración, además las relaciones de poder dentro de la colonia.
Vollenweider registra más reclamos por parte de las familias colonizadas a la administración, como las realizadas por causa de la entrega de vacas que no dan leche.

Por último el administrador apunta en su diario, las observaciones producto de las visitas a cada familia de la colonia, entre alguna de estas figuran los apellidos de las familias "negligentes en el trabajo". O sea, la empresa no era filantropica; las familias que no producian, se iban de la colonia.

Para finalizar, nos queda comentar las actividades realizadas por los peones en los terrenos de la administración y públicos de la colonia. Los peones en parte criollos y en parte europeos, muy a menudo plantaban árboles autoctonos "traidos del monte" y otros nó como paraisos, entre otros.
Entre otras de las tareas de los peones de la empresa, estaba la siembra y cosecha de trigo, alfalfa, cevada, legumbres, tuberculos, etc. Pero lo curioso aquí son las fechas de cosecha en el caso de la alfalfa y la de siembra en el caso del trigo. Según las fechas de las anotaciones de Vollenweider, el trigo se comenzaba a sembrar "al boleo" a comienzos de invierno, al primer o segundo día según consta en el diario. Y la alfalfa, se cosechaba siempre a comienzos del cuarto menguante o dias despues de luna llena. Esto lo he podido comprobar con el empleo de un software simulador del cielo para esas fechas abarcadas en las notas del mencionado colonizador.
Esto concuerda con lo recogido en mi trabajo etnoastronómico ( " Un eucalipto en la luna: Folklore astronómico de los colonos europeos del norte de la provincia argentina de Santa Fe) entre los colonos del norte santafesino o del departamento San Cristóbal. O sea, para la mayoria de los colonos el momento de cosechar la alfalfa era a partir de luna llena o dias después, debido a que el animal que consume alfalfa cosechada en otra fecha, "se empasta" o sufre problemas de gases.

Vollenweider, el colonizador.

Enrique Vollenweider es recordado como el primer administrador de San Carlos, pero no olvidemos que también fué el empresario fundador de colonia "Las tunas" y de "Grütly".
Hoy en Las Tunas un monolito recuerda a su empresario colonizador fundador (imagen inferior), seguramente, teniendo en cuenta las relaciones entre los primeros colonos y el administrador en otra colonia como San Carlos, este monolito no fué levantado por los colonos contemporaneos a Vollenweider si no por hijos o nietos de los mismos.




lunes, 19 de diciembre de 2011

1872, la destrucción de colonia Sunchales por parte de los colonos.


Ya habíamos hablado en el blog, de la situación de los colonos en las colonias agrícolas del centro y norte de Santa Fe, material que pueden leer en: http://mudrikarmando.blogspot.com/2010/11/las-estadisticas-de-las-colonias.html.
Las condiciones de vida eran paupérrimas.
¿Pero por que los colonos vivían de esta manera? No nos olvidemos que las colonias fueron creadas por empresarios que firmaban contratos con el Estado provincial o nacional, él cual le otorgaba al primero, tierras fiscales para asentar a inmigrantes europeos cuya labor seria agrícola y ganadera (colonizarlos como se dice hasta hoy en Santa Fe).
El estado le exigía en el contrato al empresario, el asentamiento de cierto numero de familias en determinado plazo de tiempo, a cambio de tierras fiscales en otros lugares o en la misma colonia para pura explotación del agente colonizador.

Así fue también como surgió la colonia Sunchales, localizada actualmente al norte del departamento Castellanos, en la provincia de Santa Fe.
Lo que mencionaremos a continuación es parte de una investigación realizada por Edgardo Minnitti, referente a este episodio. Los documentos consultados fueron extraídos del archivo histórico de la prov. de Santa Fe y diarios de la época.

El 23 de Agosto de 1868 por ley, el gobierno de la provincia dispuso la creación de aquella colonia en los Sunchales (antiguo fuerte) en base a planos de mensura y delineación existentes en el Departamento Topográfico.
El 16 de Julio de 1868 desde Rosario, el gobernador Cabal y su Ministro Iriondo, promulgan la ley aprobatoria del contrato de colonización suscripto por el gobierno y el señor Carlos de Mot, mediante el cual se cedían al nombrado (no a la comisión constituida para administrar esta concesión) los terrenos designados por aquella ley de 1868, para el establecimiento de una colonia.
El concesionario, se comprometía a poblar las tierras con cien familias de labradores europeos (dice labradores) compuestas de tres personas cada una, de doce años arriba de edad ( a los doce ya se era hábil) antes de finalizar 1869; con el compromiso además de aumentar ese número hasta doscientas antes de la conclusión de 1872.
Para cuando el beneficiario cumpliera la primera parte de lo acordado, el gobierno le extendería el título de propiedad por la mitad del terreno cedido(diez leguas en la parte Sur y para cuando completara su compromiso, las diez leguas restantes).
Por cada individuo que introdujera el mismo en la provincia de Santa Fe para la referida colonia, el gobierno le abonaba veinte pesos fuertes a su llegada a puerto; computándose uno solo, por cada dos de los que tuviesen de cuatro a doce años de edad; o en su defecto, diez pesos fuertes por cada uno.
El gobierno a su vez entregaba gratis al empresario copia de todos los planos y delineaciones de la tierra cedida..
Quedaban eximidos de todo impuesto fiscal los habitantes de la colonia, por el término de cinco años desde su instalación.
A su vez comprometía no retirar el cantón que guarnecía los Sunchales hasta finalizar el año 1879, a menos que el beneficiario solicitara que el mismo se retirase a otro punto “un poco afuera, pero siempre en el área de la colonia”.

¿Ahora que pasa con los fondos públicos destinados al belga Carlos de Mot para llevar adelante la colonia? Al parecer los colonos asentados vivían una situación desesperante a fines de 1871 principios de 1872.
Guillermo Wilcken, el secretario de la Comisión de Inmigración, en un extenso informe a la misma destaca en 1872, respecto a la situación de Sunchales:
"...Más cuan diverso carácter revestían las noticias y datos que encontré en Santa Fe, desde el día 21 de Febrero en que arribé a aquella ciudad.
Tan contrarios y opuestos eran a los anteriores que no puede extrañarse que los tomara como la expresión audaz de la más atroz calumnia.
Es bajo tales impresiones y consideraciones exagerado cuanto se me dijera, que emprendí mi viaje camino a la Colonia, el 23 de Marzo desde la Esperanza, resuelto a encontrar mucho con que justificar la ninguna fe que di a todo cuanto se me dijo.
En Octubre existían aún familias o sociedades de colonos con un personal de 314 individuos. A fines del año 1870, hubo en la colonia como unos 1200 habitantes, y sin embargo la tierra cultivada jamás pasó de unas seiscientas y pico de cuadras.
El Administrador N. Fablet consideraba excelentes colonos algunos que, durante dos años habían arado seis cuadras de las veinte que componen cada concesión. La última siembra de trigo fue de 543 almudes (sic); 37 fanegas de semillas compradas en una casa de negocios de colonia Humbolt, y sobre esto, la tierra era tan mal cultivada que la cosecha no rindió sino de 3 a 400 fanegas, parte de este trigo quedaba abandonado en las chozas de los colonos fugitivos.
En el momento de mi visita había grandes siembras de maíz abandonadas a beneficio de las aves y animales silvestres, o de cualquier intrépido que, a riesgo de su vida, quisiera cosechar sin sembrar.
Los edificios de la colonia se componen de: 187 ranchos de colonos y obreros; 18 Id. en las concesiones; 1 de adobe para la administración¸1 id. de pino y paja, depósito y caballeriza; 1 iglesia construida de adobe con puertas, ventanas y campana; 1 bebedero construido con tierra romana; 4 bombas para sacar agua; 187 pozos o norias de balde; 7 casas de material para herrerías; 1 id. de carpintería; 1 de material y de azotea destinada al negocio de mercadería de almacén, pero inconclusa, faltando puertas, ventanas y revoque; 1 casa de material para el administrador igualmente inconclusa y por mejor decir, no tiene sino las paredes; 1 molino a vapor; 1 carnicería; 1 panadería; aquí viene lo más curioso: además de estos edificios uno de material de dos pisos llamado colonialmente " palacio", perteneciente a la señora de Mott, según los libros."

Esta breve descripción pone en evidencia la desidia de la administración y el dilapidamiento de los fondos comprometidos.
La reacción de los colonos fue violenta. La rebelión se desencadenó y culminó con el incendio en principio de los talleres de carpintería y el desmantelamiento de las instalaciones. Cada uno se alzó con lo que pudo en un vano intento de cobrarse el esfuerzo realizado. La prensa se hizo eco de los hechos:

19 8 1871 SUBLEVACIÓN
Un amigo nos ha mostrado una carta de Santa Fe de fecha 10 de Agosto, en la que se le comunica haber tenido lugar una sublevación en la Colonia Sunchales, establecida en aquella Provincia.
Dicha sublevación, encabezada por 17 colonos, se manifiesta indignada contra la administración.
La carta no habla de las causas que hayan motivado este hecho.
(Tomado de El Eco de Córdoba de esa fecha)


10 9 1871 REBELIÓN

De "La Unión Nacional": A causa de la sublevación de los colonos de Los Sunchales, el señor de Mot ha llegado pidiendo a las autoridades justicia y escarmiento para los criminales.

21 9 1871 INCENDIOS
Las noticias indican que en la colonia de Los Sunchales hubo incendios que destruyeron propiedades por un valor estimado en 25.000 patacones.

2 4 1872 INVASIÓN DE INDIOS

La Opinión Nacional da cuenta que: El Sábado de la semana última, 23 del corriente (Marzo de 1872), los indios del Chaco invadieron la Colonia Sunchales. Robaron cuanto encontraron allí, cautivaron algunos colonos y enseguida destruyeron y arrancaron la colonia. El domingo llegó la noticia a Santa Fe. El lunes, algunas familias de colonos vagaban por las calles de esa ciudad buscando un albergue y algún trabajo. Este nuevo escándalo viene a probar que no hay defensa alguna en las líneas de frontera y también que no escarmientan los bárbaros.


Evidentemente no se trató de un malón sino de la ira local desatada, pues el 23 de Marzo, cuando Guillermo Wilcken se dirige al lugar para verificar la situación real existente, se encuentra con el caos y la desintegración de la colonia, como consecuencia de la rebelión de sus moradores que se alzan con las pocas pertenencias y bienes que pueden transportar. Son sus palabras testimoniales:

"...Apenas atravesado el arroyo de Las Prusianas, una continua hilera de colonos que no se cortó hasta la colonia misma, llenaba el camino con toda clase de vehículos, hasta trineos, en que conduciendo sus mujeres y niños, y arriando animales con la marca de la Administración, cargados con toda clase de objetos saqueados de ésta, abandonaban, a cual primero, aquel suelo que poco habían regado con el sudor de su frente.
Al llegar a Los Sunchales solo encontré los empleados de la Administración presidiendo unas doce familias de colonos.
Hablando con éstos, híceles presente el gravísimo perjuicio que se inferían a sí mismos y a sus propios intereses con tan inexcusable proceder; que las tierra y concesiones que así abandonaban a medio cultivarse, pronto serían solicitadas por otros colonos más animosos y enérgicos.
A esta y otras reflexiones se me contestó: señor, si usted llegando un mes antes de hoy nos hubiera hecho estas mismas proposiciones, ningún colono la habría rechazado. Nos hubiéramos quedado esperando el resultado de sus empeños, pero hoy es demasiado tarde y nos retiramos todos a cual más precipitadamente, porque nos falta todo; carecen de víveres, de dinero para comprar aún las cosas mas necesarias a la vida. No tenemos animales con que trabajar, municiones que resistir un ataque de los indios. ¿Qué podía contestar a tales objeciones?
En la imposibilidad absoluta de remediar tamaño mal, ni aún de retardar la menor de sus circunstancias, traté de estudiar sobre el teatro mismo de tan deplorables sucesos, las causas de la desgraciada suerte de una colonia que, siendo tan especialmente favorecida por el gobierno provincial, habíanos sido pintada por su director con los colores y bajo el aspecto de una floreciente situación."




viernes, 14 de octubre de 2011

"El rastrillo" y "la strada di Roma" en el cielo del norte santafesino.

Seguimos con los trabajos etnoastronómicos en el norte santafesino.
Esta vez del trabajo de campo en San Cristóbal, salió algo muy interesante de un entrevistado con una historia muy interesante en muchos aspectos.
La familia del entrevistado, mas precisamente los padres, inmigrantes italianos de la región de Friuli, fueron colonizados en San Martín norte, hoy departamento San Justo.
Esta zona, tiene como gran característica una gran influencia cultural mocoví, y más aún en el momento en que fueron colonizados inmigrantes europeos, en el siglo XIX.
Por lo tanto el producto de la interacción entre inmigrantes europeos y mocoviés es muy interesante.





En la imagen de arriba, podemos ver la ubicación de la región de Friuli, en Italia.
Yendo a los resultados astronómicos, encontramos dos asterismos notables.
Para esta familia, el cinturón de Orión y Rigel, formaban el rastrillo, como vemos en la imagen de abajo. Este asterismo ya lo hemos encontrado presente en la cultura astronómica de los alemanes del Volga.

Si tenemos en cuenta la proximidad de la región de Friuli con Austria, y sabiendo que la región norte de Italia tiene muchas cuestiones culturales en común con los pueblos de austriacos y alemanes, tiene sentido encontrar este asterismo presente en la cultura astronómica de un friulano.
Otro asterismo recogido, es la Via Lactea, denominada por esta familia como "la strada di Roma", nombre que todavía no tenemos muy en claro el sentido del mismo o a que podría estar asociado.



jueves, 29 de septiembre de 2011

El conocimiento universal se encuentra fuera de la Universidad.


Se fue hace poco una de las personas que tenían ese conocimiento universal que no se aprende en las universidades.
Un personaje de San Cristóbal y de su colectividad eslava.

Llegué a la conclusión que las personas más interesantes que me encontré en la vida, han sido personas ajenas a la Universidad, en donde estoy hace años.

Por otro lado también me dí cuenta que conocí mejor mi pago al estar lejos de él.

Emilio Zinchur, digan lo que digan, fuiste una persona digna de escuchar.
Con mucho para enseñar (como pueden oír en "Las guitarras y 'los polacos'", en audio de notas complementarias), para compartir.
Una  persona sensible, como te recuerdo, de aquellas veces que hablábamos e ibas a buscar al fondo de eso que era tu casa, un toco de hojas en donde escribías poemas que leías hasta donde podías, ya que te hacían emocionar tanto como a mí.
Y también quisiera recordarte en tus ocurrencias, tomando sol en "tu Bolivia", o gritándole merecidos vituperios al reconocido ex ferroviario que hace publicidad callejera, cuando pasaba por la cuadra de tu "Barrio de los polacos".
 
Adiós Emilio.

sábado, 6 de agosto de 2011

La colonización, esta vez desde el cielo.

Así se ve Moisés Ville desde el cielo.


Si, tantas veces hablé sobre como y qué veían en el cielo los colonos europeos, ahora me toca hablar de como el cielo veía a la colonia.
Como ven en la imagen, entorno al pueblo, rodeando un cuadrado donde está trazado el pueblo, podemos ver rectángulos o fajas angostas trazadas por las delimitaciones de terrenos. Estos rectángulos están distribuidos uno al lado del otro.
¿Que es esto que observamos desde el cielo?
Son los restos del antiguo trazado de concesiones dadas a las familias colonizadas por la empresa colonizadora, en este caso la Jewish Colonization Association. Esta forma de asentamiento era a lo largo de una calle, una casa al lado de la otra, y las quintas detrás. Las calles, que constituían el casco urbano, formaban un cinturón que rodeaba el pueblo.
Esta traza responde a la necesidad de autodefensa y vida en comunidad.
Cada nuevo grupo de inmigrantes se asentaba en terrenos próximos al núcleo de la colonia, provistos por la empresa colonizadora siguiendo los principios mencionados; esto es, a la vera de un camino o línea, con las casas ubicadas en los extremos de los campos, de modo que formaran pequeños núcleos de cuatro casas enfrentadas cada tres kilómetros.

Esta forma de asentamiento es la misma que se practicaba u observaba en Europa del este (Rusia, Ucrania, etc.).

Las huellas de la historia vistas desde el cielo.

jueves, 30 de junio de 2011

¿Existieron los "gauchos judios"?

LAS PRIMERA VICTIMAS FATALES EN MOISÉS VILLE
Una historia de los primeros asesinatos sufridos en la colonia
Por Mijl Hacohen Sinai
traducido del idish por Nejama B. de Hansman
Dice Sinai: "algunos detalles de los asesinatos me han sido relatados por miembros de la colonia, otros los conozco por mis propias experiencias de medio siglo atrás, cuando yo residía en Moisés Ville".
David Lander, el primer asesinado
La primera víctima abatida por un gaucho era un judío de edad mediana, David Lander. Sucedió a fines de Octubre de 1889, es decir dos meses después de su arribo a las tierras de Moisés Ville. (1)
Sucedió alrededor del mediodía. Gran parte de los "podolier", hombres, mujeres y los niños más grandes ya se habían encaminado al amanecer hacia Sunchales, el pueblo que se hallaba a seis leguas (treinta kilómetros) de Moisés Ville, para esperar el tren en el cual se hacían llegar alimentos para los obreros que construían el ramal del ferrocarril a Tucumán.
En cuanto el tren llegaba se abalanzaban los hambrientos podolier con mirada congelada y ávida, y con manos extendidas mendigaban algunas galletas o un pedazo de pan seco. Entonces aun no hablaban castellano pero habían aprendido a decir "déme pan", "déme galleta", "tengo hambre", y otras expresiones por el estilo. Daba pena verlos. Y en realidad despertaban lástima, tanto entre los obreros como entre los empleados de la empresa del ferrocarril que llegaban allí casi diariamente para inspeccionar el trabajo; ellos solían arrojarles panecillos y galletas, incluso bolsas llenas en algunas oportunidades. Entonces regresaban rápidamente a Moisés Ville para compartirlos con sus familiares, quienes estaban posiblemente más hambrientos que ellos mismos.
En el momento que voy a hacer referencia se hallaban en Moises Ville muy pocos de los podolier, los ancianos y los más débiles, y los niños más pequeños. Deambulaban de un lado a otro, hambrientos y débiles, esperando el alimento mendigado en Sunchales, cuando de pronto observaron la llegada de un gaucho montando su caballo. No constituía una novedad para ellos ya que llevaban vistas numerosas "criaturas semisalvajes" que se aparecían por allí a menudo. Sin embargo todos se agolparon a su alrededor y comenzaron a mirarse entre sí.
Se desarrolló una especie de escena muda pues el gaucho, descubriendo a una de las jóvenes muchachas se apeó del caballo, se acercó a ella y comenzó a acariciarla suavemente y a hablarle.
Inmediatamente se dirigió a los presentes y les habló preguntando algo. Nadie entendía una palabra pero igualmente asentían con la cabeza respondiendo constantemente "si señor, si!" mientras algunos exclamaban "déme pan - déme galletas!".
El gaucho volvió a montar y se alejó. No demoró mucho en regresar, acompañado esta vez por otro gaucho, trayendo una bolsa de galletas y varias botellas de caña, que entregó a los podolier, quienes dieron cuenta de todo rápida y ávidamente.
Entre tanto el gaucho buscó a la muchacha que tanto le había gustado, llamó a su compañero a quien se la presentó y después de una corta charla se la llevó bajo el brazo para subirla al caballo.
Como la joven se resistía y quería arrancarse de sus brazos, comenzó a arrastrarla por la fuerza. A los gritos de la muchacha acudieron los podolier, y protestando a viva voz intentaron liberarla. Instantáneamente el gaucho desenvainó su puñal y lo clavó en el pecho del más cercano. Se trataba del mencionado David Lander, quien se desplomó en un charco de sangre, agonizante. La confusión, el tumulto y el pánico que se desataron fueron inimaginables. Sin embargo lograron arrancarle el cuchillo de las manos y arreglar cuentas. Lo derribaron y maniataron, ataron sus pies, y echándolo boca arriba algunos comenzaron a saltar sobre él con las suelas de sus botas hasta destrozarle el esternón. Tal horrible muerte le provocaron.
El segundo gaucho también extrajo su puñal intentando ayudar a su compañero, pero al ver que se abalanzaban también contra él, desistió. Montó su caballo rápidamente y huyó.
Lander se debatió entre la vida y la muerte hasta el día siguiente. Fue finalmente sepultado en el cementerio que Moisés Ville ya poseía pues las primeras tumbas correspondían a los niñitos más pequeños.
Algunos días mas tarde llegó a Moisés Ville proveniente de San Cristóbal el Jefe de Policía con toda una comisión, enviados por el gobierno de Santa Fe, con la finalidad de investigar el hecho. Pero notando que debían vérselas con personas "mudas", de quienes nada podrían averiguar, decidieron ignorar el asunto. De acuerdo a los relatos del propio jefe de policía de San Cristóbal a los pobladores de Moisés Ville, pudo constatarse que el que había huido era el hermano del fallecido y fue él quien denunció el hecho.
A su hermano, explicó, le había gustado la joven y les había preguntado si se la darían como esposa, a lo que ellos respondieron "si señor, si!". Al mismo tiempo requirieron galletas de las que les llevó una bolsa llena agregando varias botellas de caña. Comieron las galletas y bebieron la caña, pero a la chica no se la quisieron entregar: no cumplieron su palabra!
Finalmente comenzaron a golpearlo. Fue entonces que su hermano, "en defensa propia" desenfundó su cuchillo e "involuntariamente" lo clavó en el corazón de uno de ellos. Por eso lo asesinaron de manera inhumana...
Gregorio Gerschunof
El siguiente asesinato fue perpetrado contra un podolier de apellido Gerschuno
f, un hombre de mediana edad y padre de familia (su hijo fue el famoso escritor Alberto Gerschunof). Salió una mañana con varios bueyes a arar su campo. Más tarde los animales regresaron con el arado, pero él no...
Pasaron dos o tres días, una semana casi hasta que fue hallado entre los altos matorrales, no en su campo sino en el de otro colono. Su cuerpo ya estaba destrozado por las aves de rapiña o animales salvajes. De modo que sólo fueron enterrados sus huesos...
Son indescriptibles el llanto, los lamentos y el terror que estas muertes provocaron, en especial la de Kantor, ya que si algo así había sucedido dentro mismo de la colonia, eso significaba que no se estaba seguro ni aún dentro de sus propias casas. Se agregaba a eso el mal momento económico y el alejamiento del Dr. Loewenthal de su cargo.

(1) Los colonos en realidad llegaron a la zona de Moisés Ville entre mediados y fines de Octubre de 1889. Algunos datos históricos de esta nota no son exactos

Extraído de: "Las generaciones de Moisés Ville" , http://www.generacionesmv.com .
Es verdad que entre gauchos los problemas muchas veces se arreglaban de maneras que conducían a uno de los involucrados a la muerte. Pero vemos en estos relatos las interacciones mas violentas entre los criollos y los colonos inmigrantes judíos, producto de desentendimientos traídos por las diferencias culturales y las diferentes posiciones sociales.
¿Que pensaba el gaucho de la colonización de extranjeros en tierras donde el creció?
¿Pensaba por qué ellos pueden acceder a la tierra y yo no?
El gaucho nunca aro la tierra donde creció, nunca tuvo tierra.
El colono es un personaje totalmente distinto al gaucho. Los gauchos existieron en Santa Fe hasta comienzos del siglo XX.
Entonces, quizás sí es cierto que algunos colonos adoptaron vestimenta criolla y practicas culturales del criollo, pero estaban muy lejos de ser gauchos, culturalmente, políticamente y económicamente hablando.

sábado, 9 de abril de 2011

A nadie le importa porque nadie lo sabe.

Un recorrido por el "el barrio de los polacos". La zona de San Cristóbal, Santa Fe, donde vivía la mayor parte de los inmigrantes eslavos radicados en este pueblo del norte santafesino.


El unico hijo de esos eslavos que aun vive allí, es Emilio Zinchur. Él es un personaje de San Cristóbal y del barrio.
Emilio era profesor de guitarra y aprendió el oficio de carpintero de su padre.
Tambien elaboraba guitarras.
Él compuso esta canción en memoria de sus padres, inmigrantes ucranianos.


La extranjera
(de Emilio Zinchur)

Cruzando mares,
tierras lejanas pasando,
te vieron rumbo al confin.
Atrás quedaron los que lloraron,
cuando te vieron a vos partir.
Cuantos sueños
y cuanta esperanza
había en tu alma,
en aquel adios.

Junto a tu amada,
tu compañera,
juntos, muy juntos,
fueron los dos.

La tierra amiga
te abrió los brazos.
El agua limpia,
calmó tu sed.
Soles cayeron,
sobre tus brazos.
Regaste el suelo,
desde tu querer.

Años pasaron,
de vida y lucha.
Trabajos duros
de amanecer.
Morada tibia
que levantaste.
Hijos que diste,
de tu querer.

Estribillo
Extranjeros de mi tierra,
semillas, que el viento
llevó en su latir.
Con esta zamba
quiero cantarles,
toda la gloria
de su vivir.

domingo, 27 de marzo de 2011

San Jorge en la luna (São Jorge na lua)

Desde que llegue a Rio de Janeiro veo en bares, en casas, en los decorados de los programas de tv, en los escudos de las escolas do samba y en grafitis en las calles, la imagen de San Jorge.
¿Por que?
San Jorge es el santo patrono de países y ciudades, entre estas Rio de Janeiro, extra-oficialmente dado a su popularidad.

Lo más interesante fue conocer que este santo tan popular en Rio hasta se lo ve en la Luna.
Efectivamente, muchas personas asocian un conjunto de manchas lunares con la figura de San Jorge.
En la imagen de abajo están señaladas el nombrado conjunto de manchas y la figura del santo.


Al parecer el vínculo de San Jorge con la luna es puramente Brasilero, dado a la fuerte influencia de la cultura africana. Tal asociación se da porque en Bahia (Brasil) el santo esta ligado a Oxossi (es una de las deidades de la religión yoruba), un orixá(deidad) asociado con la luna.
Otra vez la cultura en el cielo.

lunes, 7 de marzo de 2011

El cielo como tema de conversación entre criollos y piamonteses en las estancias.

Gracias al trabajo de etnoastronomos en la región del Chaco argentino, sabemos que en la cultura astronómica de los Guycurues (Tobas, Mocovies y Abipones) estaba presente el asterismo del ñandú. Estos grupos lo veían sobre la Vía Láctea y estaba formada por las manchas oscuras que se observan en esta. O sea, la idea de un avestruz en el cielo era propia de la cultura Gaycurú.

Este conocimiento seguramente llegó a oídos de criollos y sabemos que los criollos por cuestiones políticas y sociales la mayoría trabaja en estancias en tareas pastoriles o como peón.
Es así que cuando comienza la colonización en estancias en la provincia de Santa Fe, los inmigrantes que dependiendo de la colectividad a la que pertenecían, casi carecían de formación en agricultura, entraron en contacto con las personas ya presentes en las estancias: los criollos.
Juan "nino" Abba,
nació en Elisa, departamento Las Colonias, Santa Fe. Sus padres eran inmigrantes italianos. El padre vino a los 13 años y su madre (Magdalena Peretti) a los 2 años de edad, ambos con sus padres y hermanos. Eran en Europa agricultores.
Su abuelo paterno viene de "allá" con una pierna baleada, ya que "había estado en la guerra". Cuando pudo escapar se vino con sus dos hijos y mujer.

"A los Peretti los trajo Galopo que era un hombre que había traído una fortuna de allá y compro campo acá (Elisa). Galopo estaba casado con una tía de él (Peretti).

Cuando los Abba llegaron a Buenos Aires "los ponían en un residencial y de ahí los colocaban en algún lugar. A ellos le dieron un terreno cerca de la estancia La Pelada (Santa Fe). Ahí en la estancia ya había un alemán que tomaba colonos y les daba tierras y herramientas. La cosecha que sacaban era a medias todo. La estancia les daba los “caballos”, los arados y las rastras para que siembren y cuando cosechaban les daban la mitad de lo que cosechaban".
Nino trabajó con sus padres colonizados y después en estancias.



Al indagar sobre la cultura astronómica en las colonias y de los colonos en las estancias, Nino me menciona : " las tres marías, el avestruz, una banda de estrellas que cruza el cielo."
Cuando salíamos de noche nos guiábamos por las estrellas para ir a la casa. Como era todo oscuro vos te guiabas con las estrellas”.
“Lo que mas nos guiaba era la cruz del sur. Cuando veíamos la cruz del sur ya sabíamos para qué lado teníamos que rumbear. Cuando salíamos a peludiar (Cazar peludos) a la noche o a cazar comadrejas para sacarle el cuero, andábamos en la noche con los perros para sacarle el cuero porque se vendían los cueritos.”


En conclusión, toda esta cultura era propia de los criollos y de los pueblos originarios, pero llegan a mano de los inmigrantes y la incorporan a sus practicas y representaciones astronómicas. O sea, el cielo era un vinculo entre estos pueblos y por lo tanto tema de conversación.