jueves, 28 de febrero de 2008

Vienen por el agua


Hay dos posturas opuestas: una en la que nos enrolamos los que consideramos el agua como bien común ligado al derecho a la vida, otra ligada a los intereses corporativos que sostiene que el agua debe ser considerada un recurso con valor económico (una mercancía), un bien transable y como tal debe enmarcarse en la OMC.
Así como en su momento el petróleo fue quedando en manos de unas pocas empresas multinacionales, hoy el agua para estos señores, pasa a tener la misma importancia “económica”. Estos Sres. se rigen por máximas económicas tales que cuanto más escaso sea un bien, su precio tenderá a subir. Su lógica es la de maximizar beneficios, no importa cuántos seres humanos mueran de sed, hambre o enfermedades evitables si pudieran consumir agua NO CONTAMINADA.
En el 1° Foro Alternativo Mundial del Agua realizado en Florencia (2003), Ricardo Petrella (Diputado de la UE) dijo: “Así como el agotamiento de las reservas de petróleo, el oro negro, autoriza a los señores del mundo a atacar a un pueblo sufrido como el iraquí, es inevitable que en los próximos años inicien las guerras por el oro azul, el agua”. Agrego: en algunos lugares ya están preparando el terreno, por ejemplo, en la zona de la Triple Frontera de Brasil, Paraguay y Argentina, a la sazón la zona de recarga más importante del acuífero Guaraní.


El agua dulce disponible no alcanza ni al 0,5% de la totalidad del agua existente. La única fuente renovable de agua dulce reside en la lluvia que aporta aproximadamente unos 45.000km cúbicos anuales. La población mundial se incrementa a un ritmo de unos 85 millones de habitantes al año. Es decir el agua disponible per-cápita, disminuye notablemente. El consumo del agua se duplica cada 20 años, a un ritmo más de dos veces mayor al crecimiento de la población humana. El 65% del consumo se destina a la agricultura, el 25% a la industria y el 10% a los hogares y municipios. Más de la mitad de los mayores ríos del mundo están seriamente dañados y contaminados. Se pronostica que dos tercios de la población mundial no tendrán acceso al agua potable para el año 2025. 6 mil niños de menos de 5 años mueren cada día como consecuencia del consumo de agua insalubre. 3 mil millones de personas no cuentan hoy con instalaciones sanitarias adecuadas.


Se pueden mencionar otros datos a fin de ilustrar sobre la desigualdad del reparto:
Rosmarie Bär (ecologista suiza) sostiene: “cada año Europa y Estados Unidos gastan más dinero para alimentar sus perros y gatos domésticos que el que se necesitaría para permitir a todos los seres humanos acceder al agua potable”. Las Naciones Unidas informaron que los europeos gastan 11.000 millones de dólares al año en helado, es decir 2.000 millones más que la suma total que haría falta para abastecer a la población mundial en agua potable y depurar las alcantarillas del mundo entero. En 1994, cuando Indonesia se vio devastada por una importante sequía, los pozos de los residentes se secaron, pero los campos de golf de Yakarta, usados principalmente por turistas adinerados, siguieron recibiendo mil metros cúbicos por campo por día.
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida suficiente como para asegurar su salud, su bienestar y el de su familia, especialmente a través de la alimentación, vestido, vivienda....”. La cita corresponde a la Declaración de los Derechos de Hombre de 1948 donde suponemos que tácitamente está incluido el derecho al agua. “Todo hombre tiene igual derecho al acceso al agua potable, en cantidad y calidad suficientes como para cubrir sus necesidades” Mar del Plata, Argentina, año 1977 Primera Gran Conferencia sobre el Agua. La FAO lanzó como consigna en su jornada mundial del 2002 “Sin agua no hay alimentos”.

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